Luego de cinco años de madre de dos y estar como Sócrates diciendo sólo sé que nada sé, esta pandemia se ha llevado de mi una gran lección. Como madre me es imposible saberlo todo. Me es imposible imponer y decir recetas de cómo educar. Cada niño es un mundo y cada padre también. Sólo queda aprender continuamente. Y es que no se trata de lo que mucho que le enseñes al niño. Tampoco se trata de la forma y la metodología. Todo gira al rededor de la afectividad que el niño reciba.El título bien lo expresa «El niño aprende mejor con amor» .

Me dejo entender.

Este año mi hijo ha hecho y hará todo el año Homeschool o como le llaman «Escuela en casa». Todo el año escolar. Justo me tocó hacer lo que en Guatemala, el colegio Hebrón le denomina «Preparatoria», esto es, la currícula previa a primero de primaria.

De acuerdo a la misma, este año, estando ya en el mes seis a mi hijo literalmente le han enseñado a leer casi la mitad de las letras, escribir letra corrida, a sumar y a restar.

Y aunque esto último que cuento pueda parece impresionante… me doy cuenta que no. No es una competencia de ver en qué institución el niño aprende más. Dónde sale más preparado. Dónde le desarrollan mejor una que otra habilidad. Todo gira alrededor del amor que un niño a esta edad recibe.

La forma en qué lo dices

Mi hijo es hiperlaxo. Alguna vez hice un post de eso? Pues sino lo hice, debo y es más debo invitar al terapista ocupacional de mi hijo. Y algo que he aprendido con su terapista es que una cosa es que le digas al niño: » Haz esto y pórtate bien. Sigue la instrucción!» y otra es cómo le dice su terapista: MUY BIEN IGNACIO! Lo haz hecho bastante bien y vamos a ir mejorando.»

Una cosa es que le diga «Pórtate bien, hazme caso y otra es que le digas «Uy no! Si no me hace caso me voy a poner triste»

Una cosa es que yo le pida para la terapia los cubos del robot que nunca quiere mi hijo desarmar, «Hijo dame los cubos! Vamos a usarlos! Hijo! NO me digas que no!. Y otra es que otra es que vengan y le digan a mi hijo: «Hijo! Lo desarmas un rato y luego armas uno mucho mejor, de paso que te diviertes».

Una cosa es que yo le diga a mi hijo. Vamos a prender a leer esta frase! Qué pasa contigo? por qué no me entiendes? Y otra es que le diga mi esposo: «Siéntante a mi lado mientras hago tele trabajo y vamos repasando las planas que te dejó tu mamá. Vas a ver que poco a te va saliendo…. Y el sólo hecho de que su papá le diera ese espacio en medio del trabajo para enseñarle le motivó a querer aprender si o si la letra corrida. No importa si era o no el tiempo. Si el papá se lo iba a enseñar entonces él quiere saberlas. No se diga más. Una palabra puede motivar o puede desanimar totalmente. El tema es que a veces no sabemos motivar porque no hemos recibido nosotros mismos motivación.

El niño aprende mejor con amor

Hablando con una psicóloga maravillosa, Lola Sheen, me quedó clara una de las frases que más calaron para mí en esta pandemia: «Cuando un niño es pequeño, no es tanto lo que aprende si no la afectividad con la que recibe lo que le dan., la clave: El niño aprende mejor con amor«

Mi aporte en la escuela en casa ha sido sin duda las matemáticas y ciencias. Yo soy loca matemáticas. Enseñar matemáticas es mi pasión. Me divierte. Soy capaz de dar a un número un nuevo significado. Te sumerjo conmigo. Puedo hablarte de como dos patos se vuelven cuatro… Puedo sumergirte en el mundo abstracto de ellas. Con regletas, con cuadros, con papeles con lo que que tenga a la mano. Sin que des cuenta te enseño matemáticas y de paso también química jajajaja porque mi vieja siempre me metía una que otra enseñanza sin que me dé cuenta y física y lo que se acordaba. Y como amo dar esos conocimientos a mi hijo, mi hijo las aprende feliz. O al menos intenta. Invento canciones todo el día le cambio la letra a sus canciones favoritas. Si veo un pato en su libro de cualquier cosa le digo a mi hijo lo rico que sería hacer arroz con pato con él jajaja. Siempre me responde que no podemos. No con ese patito. Es sólo una hoja. Pero la creatividad la aprende conmigo. Yo soy la abstracta. La científica loca.

Todos aprenden mejor con amor

Y así con mucho amor el niño aprende y sobre todo yo aprendo . Aprendo que amando sano yo , sana él. Crecemos como humanos, de paso que nos equivocamos a diario. Y todo lo que pueda o no aprender en lo académico, que ciertamente ha sido mucho, queda como secundario. Amarlo le ha dado una lección de por vida. Una lección que ni el mejor colegio del mundo puede pagar.

Si no lo haz hecho en esta pandemia o ya pasó y estás sumergida en el Homeschool, te invito a vivir la experiencia también.

Besos

Rosanna

La mamá «investigadora» jeje.

PD: Me harías un gran gran favor si me sigues en mis redes. Gracias ->

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