Es un verdadero lujo presentarles a Yulianna Monsalve, estudiante de Pedagogía de la Universidad de Antioquía que nos manda este artículo muy válido sobre la educación en casa. Es muy rico en contenido! No se lo pierdan …. Es largo y bien vale cada minuto de lectura…

La educación en casa es una apuesta alternativa a la educación institucionalizada que responde de manera coherente y asertiva a las necesidades más evidentes y latentes de las nuevas generaciones y que, además, reivindica el papel de la familia en la formación de los niños y las niñas, dando lugar a experiencias muy significativas que se convierten en parte de la vida cotidiana.

Las preguntas

Estoy segura que la provocación anterior deja muchas posibles preguntas, ¿Cómo se hace educación en casa?

¿Quién puede y quién no hacer educación en casa?

¿La educación en casa va entonces en detrimento de la escuela?

¿Qué tipo de experiencias se deben generar en casa para llamarlas educativas?,

preguntas a las que no pretendo dar respuesta directa en este artículo, básicamente, porque la educación en casa permite que cada uno de los cuestionamientos anteriores se responda de tantas maneras como familias existan. Y es precisamente esa posibilidad, la que la hace una de las formas más potentes y prometedoras de educación.

Homeschool y Unschooling

Hablar de educación en casa, remite a 2 maneras diferentes de llevarlo a cabo, los términos que definen estas dos maneras son, en inglés: “Homeschooling” y “Unschooling” en el primero de ellos, se hace referencia a llevar la escuela a la casa, por medio de un currículo determinado, para cada grado y edad de los niños, que es correspondiente al currículo que tienen los niños y niñas en una institución, pero aun así tratando de respetar el ritmo y los gustos de cada niño y niña.

Con el segundo término, se hace referencia a una educación basada solo en los intereses y necesidades de los niños y las niñas, sin seguir ningún currículo particular sino atendiendo al desarrollo del niño y sus capacidades particulares. En ambos, la presencia de la familia es completamente necesaria pues son ellos quienes acompañan cada proceso y quienes diseñan y visualizan las rutas de acción y planeación de la educación de sus hijos e hijas.

Educación en casa y la socialización…

¿Cómo se trabaja desde casa la socialización de los niños y niñas? ¿Y Cómo se reemplazan aquellos aprendizajes que no son enseñados por un maestro sino por un compañero de su edad? ¿Formamos el sentido de la justicia, la empatía, el respeto por el espacio del otro? Estas son preocupaciones recurrentes, son de las primeras grandes críticas que se les hacen a las familias que deciden educar a sus hijos e hijas en casa.

En contraste, yo considero el aspecto de la socialización como otra de las potencias de la educación en casa; sobre todo cuando se permite realizar actividades en espacios diversos correspondientes al interés del niño, de este modo se está favoreciendo que interactúe y conviva con niños y niñas de todas las edades, con diferentes estilos de vida, diferentes creencias, personalidades, tal cual como ocurre en la vida real después del colegio y lo más importante es que las relaciones interpersonales se validan en el gusto por estar juntos y no por la obligación de permanecer en el mismo lugar, lo cual, en muchas ocasiones favorece ambientes muy hostiles de bullying, matoneo, burla, acoso escolar, entre otros que en lugar de formar el carácter contribuyen a la formación de niños y niñas inseguros, temerosos y con baja autoestima.

El colegio no necesariamente te hace más social…

No creo que la definición de socializar sea estar con otras 40 personas dentro de un salón, por el contrario, en muchas ocasiones, en esa situación se reprimen sentimientos y emociones, se callan ideas y se aniquila la imaginación y la posibilidad de ser diferente por miedo a la burla y al

rechazo.

Vivir y dejar vivir – Educación en casa

Vivir y dejar vivir, esa sí es una buena definición, la educación en casa nos permite entender que al del lado le gusta hacer música, que el del frente prefiere el teatro y el del otro lado juega fútbol y que debemos juntarnos en el concierto, en la obra y en la cancha para construir un país.

En la actualidad, se habla mucho de ciudades educadoras, lo cual me parece una apuesta pertinente y coherente con el tipo de ciudadano que hoy en día queremos formar. La educación en casa abre las posibilidades de ser niño y niña en otros espacios que no son la escuela, les permite habitar los museos, los teatros, los parques educativos, los estadios, las calles, los lugares de memoria y tantos otros que forman parte de la inmensa red de proyectos sociales, emprendimientos, movilizaciones, e iniciativas. Lo anterior favorece el aprender como un acto político, permite que aprender no sea sólo adquirir destrezas e información sobre un tema, sino pensar de manera situada, analizar la vida cotidiana, reflexionar sobre lo que nos pasa y finalmente aportar desde la propia construcción de su ser y su saber.

La educación en casa subestima a la escuela…

La educación en casa no va en detrimento de la escuela, la escuela es la que va en detrimento de la educación en casa, con exceso de tareas, con un afán de competencia por el ser el mejor, con unos sistemas de evaluación que rechazan la capacidad creadora de los niños y niñas y con horarios que no les permiten ser por fuera de la escuela.

Es momento de que las facultades de educación de Latinoamérica y el gobierno de cada país comiencen a prestarle atención a estas formas de resistencia que han ido tomando fuerza entre las familias, es necesario una legislación que ampare la educación en casa y por supuesto, es necesario también, la influencia de pedagogos e incluso maestros que colaboren en la formación de estos niños y niñas que se educan en el ambiente que proporciona más seguridad y estabilidad: el hogar.

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Sobre la autora:

¡Hola! Mi nombre es Melissa Monsalve, tengo 22 años, orgullosamente colombiana,  convencida de que nunca dejamos de aprender, que estamos en continuo devenir, soy estudiante de Pedagogía en la Universidad de Antioquia, en Colombia. Ejercí como maestra un poco más 3 años y hoy defiendo la escuela en casa y otras educaciones, así que soy dirigente scout, colaboro en la formación de niños y niñas por fuera de la escuela. Aún no soy mamá, (Pero parezco) me encanta saber sobre crianza, educación, vida en familia y maternidad.