Cuando nació mi bebé no sé qué tenía que no podía dejar de olerlo. Al día de hoy igual jeje.Ese delicioso aroma de bebé no se me va de la mente.

Qué vicio olerlo

Al inicio no sabía si era el detergente con el que lavaba su ropa. Luego lo cambié porque dejaron de vender. No sabía si era el  shampoo, que también variaba , no sabía que era. Pero su olor me era simplemente delicioso  y podría reconocerlo donde sea. Hasta su aliento me olía a perfume cuando era chiquitito  y sólo tomaba leche materna. Llegué a ponerle  de apodo «aliento de leche».

Pues resulta que sí hay respuestas del porqué nos huelen tan delicioso:

No hay nada como tu olor…

Un estudio serio (Fuente) revela que cada uno de nosotros tiene un sello propio  y único  en aroma . Este aroma  no está relacionado directamente con feromonas, sino que lo llaman la firma de olor. Es único en cada uno de nosotros.

Además , el estudio revela que las mamás pueden reconocer el olor de sus recién nacidos a través del olor. De manera viceversa los bebés pueden reconocer el olor de su madre. (¿No les ha pasado que cuando les traen al bebé por primera vez deja de llorar cerca a tí?).

Los bebes prefieren el olor axilar de sus madres y  el olor de su leche, antes que cualquier otro olor en el mundo .Por eso incluso previo al parto  el estudio revela que la mamá desarrolla este olor de manera más fuerte en la parte axilar y en la parte de la areola. Esto  probablemente para ayudar al niño a reconocer a su madre y encontrar rápidamente el alimento luego de nacido.

Por este motivo que muchas matronas recomiendan a las mamás no usar perfumes ,ni ponerle perfume a los niños  en su piel. El no ponerle aromas adicionarles les trae la tranquilidad de sentir el aroma de mamá . Yo personalmente he podido comprobar que cuando mi bebé era pequeño este dormía muchísimo mejor si  le ponía un polo mío usado al lado de su cuna al dormir.

 

Adictos el uno al otro

Otro estudio de  Johannes Frasnelli de la universidad de Montreal va incluso más allá. Realiza una medición de 15 mujeres mamás con niños menores  de dos meses que daban de lactar y 15 mujeres que no eran madres. Luego de oler una prenda usada de bebé se les hacía un escaneo de sus cerebros para ver cómo este olor influenciaba sus mentes.

El resultado: En el caso de las mamás el olor del bebé activa en el cerebro   los centros de placer, relacionados también con los mismos centros  que provocan adicción en el cerebro. El olor de tu bebé es tan adictivo como la droga.

Según el estudio la lógica es simple, si la mamá se vuelve adicta de oler a su bebé, querrá siempre estar con él. Esto asegura y promueve la supervivencia  del bebé: Ambos querrán estar constantemente unidos  y el apego entre mamá  y bebé se desarrollará normalmente, sobretodo porque en la fase inicial del crecimiento del bebé el cuidar a un bebé es  muy desgastante y cansador para los padres.

 

 

Ahora ya sabes porqué no te cansas de oler a tu bebé.

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Gracias por leerme. 🙂